Hoy,

al caer la tarde,

dos de mis amores participarán de lo uno.


Puedo ver en el camino

la certidumbre de lo absoluto,

la intensidad de esa comunión que

disuelve los límites en la fragua de la divinidad. 


Volveré y seré uno... nunca más el mismo. 


¡Tenme insólito amor!


Eratóstenes Flores. 01/06/2012.