La rebelión cuya fuente es el escenario no deja de ser puro espectáculo. Dejemos atrás los recintos donde se nos permite hablar, donde se comercializa la dignidad de nuestro discurso; pero al final el corte de caja lo hace alguien más. Superemos el lastre de los espacios culturales curriculares que viven de nuestros sueños y llevemos la acción política abajo de la tarima, donde nadie nos ve, donde nadie nos escucha, donde nadie nos lee...

¡Aprendamos a hacer nosotros las matemáticas, caray!.

Más allá de la lírica, los rifs y el outfit se halla el campo fértil de la vida. Rebelémonos ante nosotros mismos, salgamos a la luz; sólo así el espacio será nuestro, sólo así sus lindes señirán el horizonte de nuestro infinito cuerpo.

Eratóstenes Flores.   19/12/2019.