Creo que primero fue la co-existencia,

que en un inicio habitábamos un espacio

que iba más allá del espacio físico-geométrico

pero que luego llegó el pensamiento, y la vanguardia

que relegó el libre juego de la imaginación al ámbito

de la anarquía se hizo paradigma.


Nació un tipo muy

peculiar de pensamiento llamado positivo, y así,

los lugares construidos por el hombre para poder existir

fueron desencantados en pro de la objetividad, de la verdad...


La casa dejó de ser ese refugio íntimo,

ese nido construido con el pecho

que se fijaba con el poder de la lengua hecha saliva...


La casa se hizo pequeña.

Por sus ventanas ya no entraban ni las montañas,

ni las noches estrelladas.


La casa se hizo departamento bien construido en un edificio inteligente...

El hombre dejó de ser convivio y empezó a ser condominio...

En fin, creo que antes del primero pienso y luego existo fue el co-existir.


Por lo anterior,

prohíbo la entrada a mi vida a todos aquellos que quieran estar solos,

a aquellos que piensen que vivir es algo distinto a dejarse llevar por esas ráfagas de imaginación que solemos llamar pasiones.


La soledad es la ilusión que convive en la imaginación de los suicidas que al lanzarse al mar desde el Golden Gate, siempre lo hacen desde el city side, nunca desde el ocean side...


Lo otro, no existe...

Eratóstenes Flores. 13/09/2017.