5.- El carácter relacional dialéctico de la belleza.

Es frecuente la división entre aquellos que consideran que la belleza es 9, y aquellos otros que consideran que más bien 10. Los primeros, llamados objetivistas, suelen hacer mención de la proporción áurea o la armonía, mientras que los segundos tienen como lema el trillado: “en gustos se rompen géneros”. ¿Es posible superar esa dicotomía de una vez por todas? Creemos que sí.

La superación de esta dicotomía parte del entendimiento de lo que son las relaciones dialécticas, es decir, de cierto tipo de relación  que se hallan 11. Toda relación dialéctica tiene 4 momentos, los primeros dos son propiamente los términos involucrado en la relación, por ejemplo, una madre y su hija. El tercero es la relación, en este caso la maternidad y finalmente la dirección de dicha relación que en este caso va de la madre a la hija, mientras que si la relación fuera la de filiación, entonces la dirección iría en sentido contrario. Tenemos entonces que en una relación dialéctica es imposible definir a cualquiera de los primeros dos momentos de la misma, excluyendo al otro. Por tal motivo, al haber adoptado la definición de belleza como: , esta resulta ser una relación dialéctica entre lo real y el viviente que supera la dicotomía objetivista-subjetivista. Corolario: si no hay vida, no hay belleza, y si hay vida pero no humanos, no hay captación de la misma en su máximo esplendor. ¿Será este el sentido que en el mito antropocéntrico nahua tiene la frase de Quetzacóhuatl : <Tratan los dioses de hacer con ellos quien habite sobre la tierra>?